domingo, 6 de enero de 2013

El yacimiento del Santuario ibérico de La Luz

Nuestro yacimiento pertenece al conjunto arqueológico de Verdolay, junto con la necrópolis del Cabecico del Tesoro, el poblado de Santa Catalina y la Estación Serícola. Todo el conjunto discurre por la ladera pasando por las actuales pedanías de La Alberca, Santo Ángel y Algezares.
Debido a que las tierras donde esta el yacimiento eran de cultivo, se hizo remociones y terrazas desde el siglo XVIII, realizándose así los primeros hallazgos.
A inicios de los años 20 el profesor C. de Mergelina dirigió las primeras campañas de manera sistemática, consiguiendo el primer permiso gubernamental de excavaciones concedido a una excavación de la Región de Murcia. En las décadas siguientes otros nombres se le unirán como Bosh Gimpera y Jorge Aragoneses.
Será en los años 90, cuando el ilustre profesor de la Universidad de Murcia, Pedro Lillo Carpio, comience unas excavaciones anuales, ayudado por alumnos de la universidad. Estas excavaciones darán mucha información, que el profesor Lillo Carpio reflejará en abundantes artículos.
En las excavaciones realizadas en 1992, en la pequeña ladera apareció un muro largo de piedras gruesas trabadas con barro. Tenía adosado un grueso contrafuerte de planta semicircular, lo que daba resistencia al conjunto.
Hasta el año 1995, y con las sucesivas excavaciones, se halló el perímetro de los cimientos del templo en su totalidad.
La historia del yacimiento va unida a la de los buscadores de tesoros, debido a la presencia del templo en lo alto de la cima, con sus terrazas escalonadas, lo que debió de despertar la curiosidad de la gente a lo largo de 22 siglos.
El templo de raigambre íbera, construido en el siglo V a.C., fue amortizado por los romanos, que construyeron uno de tipo itálico. La construcción de este templo romano comenzó en el 209 a.C., cuando las tropas de Escipión, el conquistador de Carthago Nova, penetraron por el Valle del Segura. Su estructura definitiva la alcanzaría alrededor del año 150 a.C. El templo es de planta rectangular, con su cella y su pronaos con dos grandes columnas de ladrillo estucado y estatuas de calcarenita. En el interior de la cella estaría el sancta sanctorum del templo, la estatua grande de bronce hecha a cera perdida.
Alrededor del templo encontramos las terrazas con gruesos contrafuertes, y los caminos deambulatorios.
En la segunda mitad del siglo II a.C. se destruye el templo y toda su plataforma. Excavan la tierra llegando a la base de roca caliza en busca de los posibles favissas (agujeros para guardar los exvotos amortizados) y los pozos de ofrendas, donde se hayarían los exvotos de bronce.
Un segundo momento de destrucción es en el siglo XII, cuando los andalusíes, interesados por los tesoros misteriosos y las leyendas, remozaron el terreno. Un tercer momento fue en el siglo XV.
En los siglos XVII y XVIII, aparecen los ermitaños y su consiguiente presencia institucionalizado en el Eremitorio de Nuestra Señora de La Luz.
En los años 60 se acondiciona la zona para crear un cenador o mirador.
Así es como llegamos a las primeras excavaciones del profesor Lillo antes mencionadas.


Dibujo de la ladera del templo
Maqueta del templo

Falcata y Punta de lanza, Centro de Visitantes

Cimientos del templo

2 comentarios:

  1. ¿Se conoce algo de la historia de los cuidadores del santuario? Gracias

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  2. ¿Se conoce algo de la historia de los cuidadores del santuario? Gracias

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